Es primordial tener una adecuación física como base para el
avance de cualquier técnica deportiva o corporal. Implica llevar una rutina
progresiva para la mejora del carácter cualitativo del cuerpo. Esto se lleva a
cabo mediante entrenamientos programados por rutina, los cuales van
gradualmente incrementando en dificultad e intensidad hasta llegar a un punto
esperado.
Se necesita tomar como parte importante de la adecuación
física la disciplina y el orden, al igual que el conocimiento del cuerpo mismo
y la resistencia de éste a los trabajos. Igualmente se tiene que tomar en
cuenta las capacidades individuales que envuelven la edad y el sexo. Los
entrenamientos deben variar según estas características en intensidad y
frecuencia, así como dificultad. Generalmente se sugiere a las personas que
antes de iniciar un programa de adecuación física acuda con un médico del
deporte para que le realice una evaluación y conozca su estado real de salud,
las contraindicaciones y limitaciones por la práctica deportiva.
La adecuación física se separa en dos caracteres
principales: adecuación física general y específica. La división es sencilla.
La adecuación física general engloba el trabajo de desarrollo corporal y ajuste
del cuerpo en sí. Llegar a una preparación física habitual a un estándar y que
involucra todo el cuerpo. Por otro lado, la adecuación física específica trata
de preparar y desarrollar particularidades de la capacidad física del cuerpo.
Estas pueden ser la velocidad que se posee, la fuerza, la resistencia o la
flexibilidad. Para cada una de estas características específicas se realizan ya
ejercicios más particulares que las mejoran y mantienen a cada una por
separado.
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